La primera entrada sobre nuestra querida América Latina, va dedicada a Ecuador. Os invito a disfrutar de las fascinantes gárgolas y grotescos de la Basílica del Voto Nacional de Quito, asombrosas figuras que descubrió nuestro hijo Manuel en uno de sus muchos viajes por el mundo en los que a veces encuentra gárgolas peculiares y sorprendentes, como las de Indonesia que compartimos también con vosotros.

La basílica, ubicada en el centro histórico de la ciudad, está rodeada de leyendas e historias. Por ejemplo, se dice que el día en que se termine por completo de construir se acabará el mundo.

Considerada como el templo neogótico más grande de Ecuador, incluso de América, está consagrada al Sagrado Corazón de Jesús. Fue propuesta por el padre y diputado de la República Julio Matovelle en 1883. El proyecto se encargó al arquitecto francés Emilio Tarlier, quien se inspiró en la catedral de Notre-Dame de París. Cuando la contemplas, se ve claramente la influencia europea, también recuerda a la catedral de Burgos. Asimismo, semeja a la catedral neogótica de San Patricio de Nueva York.

En 1884 el Congreso Nacional aprobó su edificación y la primera piedra se puso en 1890. La estructura se terminó en 1924 cuando comenzaron a oficiarse misas en la nave central y a repicar las campanas de las torres. El edificio se erigió con piedras rosadas de la montaña del Pichincha y otras de color gris de la parroquia Lloa.

La basílica fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en enero de 1985, y fue inaugurada oficialmente el 12 de julio de 1988. Desde lo alto de la basílica se puede admirar la maravillosa ciudad de Quito.

Las gárgolas y grotescos

Las gárgolas de la basílica son uno de los grandes atractivos de la misma. Lo original y extraordinario es que vemos representados animales de la fauna exótica de Ecuador.

Entre los animales de dicha fauna se ven caimanes, tortugas, piqueros de patas azules, armadillos, monos, pumas, zorros, fragatas magníficas, pelícanos, halcones o águilas, loros, albatros, iguanas de larga cresta, carneros, tapires y, por supuesto, la figura del cóndor en la torre, símbolo nacional de Ecuador.

Además, junto a las gárgolas, también podemos contemplar otras figuras (grotescos o quimeras) que sobresalen de los muros ornamentando las fachadas.

Una iconografía fascinante e insólita que nos permite apreciar y disfrutar de una muestra magnífica, tanto formal como temática, de la fauna endémica ecuatoriana.

Os invitamos a disfrutar de una obra artística admirable, un conjunto impresionante de gárgolas y quimeras con figuras únicas y seguramente nunca vistas en Europa, un bestiario maravilloso que acompaña al edificio, añadiendo un toque naturalista y exótico que merece la pena contemplar.

Gárgolas

Grotescos o quimeras

Dolores Herrero

Doctora en Historia del Arte. Investigadora especializada en el estudio de las gárgolas.

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