Como ya sabemos, hay muchos rasgos característicos que aparecen en la mayoría de las gárgolas, sobre todo en monstruos, demonios y animales fantásticos: colmillos, crestas, orejas puntiagudas, etc.
Sin embargo, hoy vamos a hablar de un rasgo único y muy relevante, seguramente el que más embellece la figura de la gárgola, un elemento fundamental que forma parte de las tipologías más destacadas que se representan en las gárgolas. Estamos hablando de las alas, seguramente la parte más bella de las aves y componente de tantas criaturas fantásticas, monstruosas o demoníacas, cuya belleza y significado aparece tanto en el arte como en la historia o la mitología.
Las alas permiten volar a los pájaros. Con sus alas, las aves protegen a sus crías, por eso simbolizan la protección. La fascinación que tenemos por las alas se debe seguramente a que éstas implican la acción de volar, algo con lo que han soñado los seres humanos desde tiempos lejanos. Volar, una hermosa palabra que empleamos además con otros sentidos, todos poderosos y significativos: vuelas cuando caminas rápido, vuela el tiempo…
En su investigación, Mariño Ferro nos habla del simbolismo de las alas desde la Antigüedad. Aparece en la obra de autores como Eliano (ss. II-III) o Aquiles Tacio (s. II). Alas lleva Hermes, el mensajero de los dioses; Fama, diosa mensajera de Júpiter; de la Victoria Romana procede la imagen del ángel, mensajero de Dios; el soberbio Pegaso; el demonio; la Muerte que también se abalanza con sus alas; o la Ciencia.
También llevan alas la Esfinge, la Quimera, Horus, el dragón, el basilisco, la sirena pájaro, etc. Charbonneau-Lassay cuenta que los galos adherían a sus cascos alas desplegadas. En aquellos remotos tiempos, nos dice, “las alas constituían uno de los ideogramas de la Gloria, de la Belleza, de la Sublimidad, de la Exaltación, de favor o de asistencia esperadas o recibidas de Arriba, de aspiración a las alturas espirituales o filosóficas”.
El arte cristiano de los primeros siglos se apropió de las alas de los personajes paganos Dédalo e Ícaro para dárselas a los ángeles y a las almas bondadosas en su ascenso al Cielo. Las alas son el símbolo de la misión e imagen divinas. Es por eso que los ángeles, arcángeles, serafines y querubines están pintados con alas. Recordemos que los emblemas de los cuatro evangelistas, el hombre de San Mateo, el león de San Marcos, el toro de San Lucas y el águila de San Juan, se representan como criaturas aladas.
Las alas condenadas, las alas del demonio, también tienen su relevancia formal e iconográfica, sobre todo en las gárgolas. Hablamos de las alas de los quirópteros, alas membranosas que el arte cristiano concede a Satán y a veces a la muerte. Como elemento vinculado al demonio ―aunque también puede aparecer sin ellas― sugiere la idea de ángel caído. Como sabemos, hacia el siglo XIV se empieza a ver un demonio con alas de murciélago, como lo describe Dante en su Infierno.
Las alas confieren a las gárgolas belleza, elegancia, grandeza y sentido. Son uno de los rasgos más destacados, atractivos y sugerentes de estas figuras. Poseen formas y diseños infinitos: decoradas, en forma de hojas, grandes, pequeñas, con relieves, en espiral, en abanico…
Alas de las aves, alas celestiales o demoníacas, todas ellas encumbran las gárgolas.
Las alas en las gárgolas. Fotografías de gárgolas
Monstruo animal con alas con franjas decoradas. Casa de las Conchas (Salamanca).
Monstruo animal con alas en forma de hoja. Catedral de Aquisgrán (Alemania).
Águila con alas hacia arriba. Catedral de Burgos.
Monstruo animal con alas pequeñas de trazo esquemático. Catedral de Aquisgrán (Alemania).
Demonio con alas en forma de hoja. Catedral de Burgos.
León alado con alas de ave con inicio en espiral. Catedral de León.
Monstruo animal con alas de ave. Catedral de Burgos.
Demonio con pequeñas alas en la cabeza. Catedral de Salamanca.
Monstruo animal con alas lisas. Catedral de Burgos.
Demonio con alas de murciélago. Catedral de Segovia.
Demonio con alas en forma de gran hoja tipo acanto. Catedral de Burgos.
Demonio con alas tipo quiróptero. Monasterio de San Martín Pinario (Santiago de Compostela).
Demonio con alas de murciélago. Catedral de St. Michel en Carcassonne (Francia).
Demonio con alas tipo quiróptero que se juntan en el pecho. Catedral de Burgos.
Demonio con alas en abanico. Monasterio de Batalha (Portugal).
Demonio con alas con cabeza de ave grabada. Catedral de Segovia.
Monstruo animal con alas en forma de hoja. Ayuntamiento de Bruselas (Bélgica).
Demonio con alas hacia arriba. Monasterio de Batalha (Portugal).
Monstruo animal con alas en forma de hoja y ajustadas al collar. Catedral de Burgos.
Monstruo animal con alas en forma de hoja delineada. Ayuntamiento de Bruselas (Bélgica).
Monstruo animal con alas en espiral. Monasterio de San Martín Pinario (Santiago de Compostela).
Monstruo animal con alas de dibujo esquemático. Catedral de St. Maurice en Mirepoix (Francia).
Antropomorfo con alas en forma de hoja. Monasterio de Batalha (Portugal).
Demonio con alas en abanico. Ayuntamiento de Brujas (Bélgica).
Bibliografía consultada
CHARBONNEAU-LASSAY, L., El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media, vol. I y II, Palma de Mallorca, José J. de Olañeta, Editor, 1997.
FERGUSON, G., Signs & symbols in Christian Art, New York, Oxford University Press, 1961.
LINK, L., El Diablo. Una máscara sin rostro, Madrid, Editorial Síntesis, S. A., 2002.
MARIÑO FERRO, X. R., El simbolismo animal. Creencias y significados en la cultura occidental, Madrid, Ediciones Encuentro, 1996.

Doctora en Historia del Arte. Investigadora especializada en el estudio de las gárgolas.