Historiadora del arte
Desde siempre, las gárgolas me han provocado una gran atracción, ya desde niña me encantaba observarlas. Ésta es sin duda la razón principal por la cual, al finalizar mi Licenciatura en Historia del Arte, decidí realizar una Tesis Doctoral sobre las gárgolas y a especializarme en el tema.
En general, la pasión del historiador es el estudio y la investigación. Para la elaboración de mi tesis, además del análisis técnico y sistemático con el empleo de una metodología aplicada, realicé una investigación bibliográfica en la que traté de recopilar el mayor material posible sobre el tema. He de confesaros que este estudio bibliográfico fue fascinante, aunque —y esto lo entenderéis todos los historiadores e investigadores— ilimitado, ya que, según avanzaba en mi estudio, se iban abriendo nuevas puertas para seguir indagando.
Las gárgolas
Como historiadora del arte y, sobre todo, como amante de la investigación y de la historiografía, en esta entrada quiero compartir con vosotros algunos pasajes de obras de destacados autores, que sirven para comenzar a introducirnos en el fabuloso mundo de la gárgola y su iconografía.
Monasterio de Batalha (Portugal).
“La Edad Media gótica no evoluciona solamente hacia el orden de la vida, el realismo y Occidente, sino que presenta también su componente surrealista, sus artificios y exotismos. Una Edad Media más atormentada, poblada de monstruos y prodigios se restaura y desarrolla dentro del Medievo evangélico y humanista”. Jurgis Baltrušaitis.
Casa de las Conchas (Salamanca).
“Yo no sabía que dentro de una catedral gótica habita siempre un torbellino; ello es que apenas puse el pie en el interior fui arrebatado de mi propia pesantez sobre la tierra… Súbitamente, de mil lugares, de los altos rincones oscuros, de los vidrios confusos de los ventanales, de los capiteles, de las claves remotas, de las aristas interminables, se descolgaron sobre mí miríadas de seres fantásticos, como animales imaginarios y excesivos, grifos, gárgolas, canes monstruosos, aves triangulares; otros, figuras inorgánicas, pero que en sus acentuadas contorsiones, en su fisonomía zigzagueante se tomarían por animales incipientes. Y todo esto vino sobre mí rapidísimamente, como si habiendo sabido que yo iba a entrar en aquel minuto de aquella tarde se hubiera puesto a aguardarme cada cosa en su rincón o en su ángulo, la mirada alerta, el cuello alargado, los músculos tensos, preparados para el salto en el vacío. Puedo dar un detalle más común a aquella algarabía, a aquel pandemónium movilizado, a aquella irrealidad semoviente y agresiva; cada cosa, en efecto, llegaba a mí en aérea carrera desaforada, jadeante, perentoria, como para darme la noticia en frases veloces, entrecortadas, anhelosas, de no sé qué suceso terrible, inconmensurable, único, decisivo, que había acontecido momentos antes allá arriba. Y al punto, con la misma rapidez, como cumplida su misión, desaparecía, tal vez tornaba a su cubil, a su alcándara, a su rincón, cada bestia inverosímil, cada imposible pajarraco, cada línea angulosa viviente. Todo se esfumaba como si hubiese agotado su vida en un acto mímico”. José Ortega y Gasset.
“Monstruos híbridos [las gárgolas] que indican el vómito sucesivo de los pecados expulsados del santuario, recordando así al transeúnte, que las observa vertiendo agua por los canalones, que cuando están fuera de la iglesia indican el vaciamiento del espíritu, la cloaca del alma”. Joris-Karl Huysmans (La Catedral, 1898).
“Ningún simbolismo puede explicar estas criaturas monstruosas de las catedrales. Los bestiarios son mudos. Tales criaturas provienen de la imaginación de la gente. Estas gárgolas, semejando los vampiros de los cementerios y los dragones vencidos por antiguos obispos, han sobrevivido en las profundidades de la conciencia de la gente; provienen de antiguos relatos al calor del hogar”. Émile Mâle.
“La gárgola es todo cuerpo y sin alma, una pura proyección de obscenidad, justo lo opuesto al ángel cuyo cuerpo es ingrávido y sin orificios”. Michael Camille.
Catedral de Burgos.
“Lo que estos insistentes monstruos me han enseñado es la imposibilidad de ver el arte de la Edad Media sin echar una mirada a través del siglo XIX… La consideración de estos fantasmas que han regresado para aparecerse desde el pasado medieval es, diría yo, la mirada fija de la modernidad y su desencanto con el mundo”. Michael Camille.
“If an artist cannot create the perfect form, perhaps the next best thing is to create the perfect deformity”… Lewis A. Lawson.
Monstruos, demonios, seres fabulosos y extraordinarios en las asombrosas y soberbias gárgolas de todo el mundo.
Dejando aparte su funcionalidad, la gárgola es pura imagen. Provoca sentimientos y emociones al contemplarla.
Es belleza y al mismo tiempo fealdad. Es arte y expresividad.
Bibliografía consultada
BALTRUŠAITIS, J., La Edad Media fantástica. Antigüedades y exotismos en el arte gótico, Madrid, Ediciones Cátedra, S. A., 1987.
CAMILLE, M., Image on the Edge. The Margins of Medieval Art, London, Reaktion Books Ltd., 2008.
CAMILLE, M., The Gargoyles of Notre-Dame. Medievalism and the Monsters of Modernity, Chicago and London, The University of Chicago Press, 2009.
DI RENZO, A., American Gargoyles: Flannery O´Connor and the Medieval Grotesque, Carbondale (Illinois), Southern Illinois University Press, 1995.
ORTEGA Y GASSET, J., “Arte de este mundo y del otro” en “Deshumanización del arte”, Revista de Occidente. Colección El arquero (1958), pp. 101-107.
Doctora en Historia del Arte e Investigadora especializada en el estudio de las gárgolas.
Soy Dolores Herrero Ferrio y mi Tesis, Aproximación al estudio de las gárgolas de las catedrales góticas de Castilla y León, está dedicada al estudio de estas fascinantes figuras.
Si te gustan las gárgolas y la historia del arte, te gustará también mi libro, «La gárgola y su iconografía», un libro que he escrito con todo mi cariño para personas interesadas en conocer el mundo de las gárgolas.
He creado mi propia Enciclopedia de Gárgolas, una Gargopedia para compartirla con vosotros, donde vais a descubrir todos los secretos y maravillas de estas enigmáticas esculturas.
Espero que disfrutéis de esta Gargopedia tanto como yo he disfrutado creándola, y recordad que cada gárgola tiene una historia que contar, y aquí las descubriréis todas.