Gárgolas de Salamanca
De nuevo volvemos a nuestra maravillosa Catedral Nueva de Salamanca para seguir descubriendo sus gárgolas. En esta entrada vamos a mostraros las del costado este del edificio.
Lo que nos trae a mostraros en una única entrada las gárgolas de esta zona de la catedral son las impresionantes y extraordinarias gárgolas ubicadas al final de los arbotantes. Son verdaderamente un deleite para la vista y, ya que no se pueden apenas apreciar desde la vía pública y solo puedes hacerlo si te subes a las terrazas, queremos enseñaros, o más bien podríamos decir revelaros, por estar prácticamente ocultas al ojo humano, uno de los más bellos conjuntos de gárgolas de nuestro país, un repertorio de esculturas medievales propias del arte gótico tardío con una magnífica iconografía.
Un recorrido por las gárgolas que decoran el costado oriental de la catedral
En el costado este hay dieciséis gárgolas: cuatro monstruos vegetales y doce gárgolas geométricas.
Antes de pasar a mostraros las gárgolas de los arbotantes, nos detenemos brevemente en las gárgolas geométricas de este costado: son sencillos bloques de piedra con alguna moldura, gárgolas funcionales encargadas de la canalización del agua. Algunas tienen forma semicilíndrica con embocadura pequeña y gran semicaño de metal, y otras tienen doble moldura.
Situadas al final de los arbotantes, en los laterales y bajo pináculos, hay cuatro gárgolas excepcionales. Se trata de una tipología que hemos denominado «monstruo vegetal». Son espléndidas combinaciones vegetales en las que aparecen elementos que, según desde donde los observes, les dan un aspecto monstruoso, un juego de hojas con espirales y otros componentes; a veces las propias hojas forman rostros. Una decoración muy acorde con el incipiente plateresco salmantino. Todas son gárgolas con una talla magnífica y minuciosa, una ejecución casi de orfebre que vemos en otros ejemplos de la catedral, tanto en el exterior como en el interior.
Gárgola 1
Gárgola 2
Gárgola 3
Gárgola 4
Sabemos que Juan de Álava trabajó en los muros exteriores entre 1535 y 1537, y que Rodrigo Gil de Hontañón, maestro mayor desde 1538, labró los arbotantes en 1544. Ambos maestros del gótico final, y ambos también iniciadores del nuevo lenguaje plateresco.
Salamanca está llena de magia y de excelencia escultórica. Paseando por ella, no dejas de toparte con las fantásticas criaturas de las fachadas de palacios, casas, iglesias o conventos, una ornamentación que impregna la arquitectura de la ciudad. Junto a los monstruos y otros seres de esta escultura monumental y la frondosidad del plateresco, las gárgolas de la catedral envuelven y fascinan al espectador y transeúnte que disfruta de este asombroso paisaje pétreo.

Doctora en Historia del Arte e Investigadora especializada en el estudio de las gárgolas.
Soy Dolores Herrero Ferrio y mi Tesis, Aproximación al estudio de las gárgolas de las catedrales góticas de Castilla y León, está dedicada al estudio de estas fascinantes figuras.
Si te gustan las gárgolas y la historia del arte, te gustará también mi libro, «La gárgola y su iconografía», un libro que he escrito con todo mi cariño para personas interesadas en conocer el mundo de las gárgolas.
He creado mi propia Enciclopedia de Gárgolas, una Gargopedia para compartirla con vosotros, donde vais a descubrir todos los secretos y maravillas de estas enigmáticas esculturas.
Espero que disfrutéis de esta Gargopedia tanto como yo he disfrutado creándola, y recordad que cada gárgola tiene una historia que contar, y aquí las descubriréis todas.








