Las asombrosas gárgolas de la Catedral de Aquisgrán

 

La entrada de hoy está dedicada a las gárgolas de Aquisgrán, ciudad alemana con uno de los monumentos más bellos y extraordinarios del mundo: la Catedral y su magnífica Capilla Palatina, una maravilla de la historia y el arte.

La construcción de la capilla se inició a finales del siglo VIII. Se considera el templo más antiguo del norte de Europa, ligado a su fundador el emperador Carlomagno y emblema del poder del Imperio Carolingio. A partir de esta base, el templo fue ampliándose a lo largo de los siglos hasta crear la espléndida catedral actual, elegida Patrimonio de la Humanidad en 1978, y considerada uno de los doce primeros lugares incluidos en la lista de la Unesco.

 

 

Las gárgolas

Las gárgolas de la catedral son impresionantes y dignas de admirar. Figuras diferentes, con formas y tipologías variadas y asombrosas. Por su peculiaridad estilística y formal, que las convierte precisamente en únicas y sorprendentes, las analizaremos por estilos y no por tipologías.

Empezamos por varias gárgolas de estilo realista y más clásico en lo que se refiere a formas más armoniosas y proporcionadas. En este grupo tenemos animales reales, el primero de ellos tiene cuernos de bovino (toro o vaca). Del toro destaca su fuerza y valentía. No obstante, en su aspecto negativo, en algunos manuscritos medievales el toro se consideraba emblema de Satán, y la vaca símbolo de estupidez y, como dice Hugo de San Víctor (s. XII), de las pasiones abyectas. Recordemos sin embargo que la diosa egipcia Hathor se representa con cuernos de vaca.

Otro de los animales es un carnero. Cesare Ripa (s. XVI) dice que los antiguos pintaban a Venus subida encima de un carnero para simbolizar la lujuria, “indicando con ello la sujeción de la razón a los sentidos y a las ilícitas concupiscencias”. Curiosamente, en la entrada dedicada al dragón, vimos que en una placa de plata de Gundestrup del siglo I a. C., aparece una serpiente con cabeza de carnero que acompaña al dios celta Cernunnos. También en Egipto el dios Amón aparece con cabeza de carnero.

Los siguientes animales son el perro y el león, cuya simbología está expuesta en las entradas dedicadas a ellos. Nuestro querido perro, para Plinio (s. I) el animal “más fiel al hombre”; y el soberbio león, del que una fábula de Esopo, nos cuenta Mariño Ferro, dice que Prometeo “le había armado la mandíbula con dientes y las patas con garras y que le había hecho el más fuerte de las bestias”.

Entre las figuras humanas os vamos a mostrar dos de ellas. La primera es un hombre con una rodilla apoyada en el suelo, vestimenta larga ―podría ser de clérigo―, gesto expresivo e inquietante, parece que grita o impreca, que sujeta con las manos un poliedro; una gárgola singular y muy interesante iconográficamente. La segunda es la figura de un doccione, una gárgola de una gran belleza y labra excelente. Representa un hombre sedente, con larga barba e indumentaria hasta los pies con capucha, que sostiene un jarrón o vasija en su hombro derecho.

Un demonio terrorífico y soberbio finaliza este grupo de gárgolas. Tiene alas membranosas, cuerpo de cuadrúpedo y una gran boca con dientes y lengua saliente. Los ojos fantasmales y el gesto feroz la convierten en una gárgola estremecedora y de una gran belleza escultórica.

 

 

Otro grupo de gárgolas posee un estilo más original y peculiar, con unos motivos o elementos muy característicos en sus rasgos y de carácter más ornamental: orejas en forma de hoja, ojos con pupilas, melenas onduladas o con forma de tirabuzón, y caras anchas y expresivas. Sobre todo, destaca el detallismo en la labra de las figuras.

Entre ellos tenemos un águila con gran penacho en forma de hoja, grandes cejas y ojos con pupilas. Ya hemos analizado su simbolismo en la entrada dedicada a la reina de las aves, la maravillosa águila, invencible para las demás aves y por ello símbolo de la victoria, nos dice Mariño Ferro en su investigación.

También hay un demonio con orejas en forma de hoja, cuerpo de cuadrúpedo, costillas marcadas y una cabeza muy original que parece llevar un velo cubriéndosela y que termina en capa corta medieval. Y un hombre, de cara ancha, que se tira de la boca, un gesto de diversos significados (ira, desesperación, comicidad).

Por último, podemos ver varios leones con melenas rizadas o con tirabuzones y orejas con forma de hojas diferentes, unas gárgolas excepcionales y muy singulares.

 

 

Pasamos a ver un tipo de demonios, de aspecto grotesco y muy imaginativos. Los rasgos son enormes: cejas, ojos, bocas con dientes o colmillos, barbas y orejas gigantescas. Tienen en general colas de serpiente, tráqueas muy marcadas, alas decoradas y cuellos dragontinos o de reptil. Unas gárgolas fantásticas que también se pueden ver, y además apreciar de cerca, en una zona del exterior de la catedral adaptada como pequeño museo.

 

 

 

Seguidamente, vamos a ver un grupo de gárgolas de estilo diferente en las que vemos representados un león, un perro y dos demonios (uno de ellos con una pata en el cuello y mostrando los genitales). Poseen formas geométricas y más esquemáticas, sobre todo las patas. Tienen orejas y rasgos de la cara igualmente grandes, ojos con pupilas y perfilados, y sobre todo destacan las caras anchas y los ojos muy separados. Son figuras sencillas, pero también muy originales.

 

 

Otro tipo de gárgolas totalmente distinto nos muestra varios animales reales (ave, jabalí, rana, conejo). El conejo, por ser considerado como lascivo y fecundo, simboliza la lujuria, al igual que la rana y el jabalí. También vemos en este grupo una figura extraña, muy insólita y de tipo alienígena. Son gárgolas con formas sobrias y precisas.

 

 

 

Finalmente, os mostramos dos gárgolas sorprendentes y espectaculares. Son dos criaturas fantásticas, de una gran modernidad, con formas geométricas, podríamos decir incluso de estilo cubista, y con una labra sensacional.

 

 

Gárgolas fabulosas, creativas, expresivas, modernas, una magnífica demostración de la infinita creatividad y habilidad de los escultores de gárgolas. La Catedral de Aquisgrán posee un conjunto asombroso y soberbio de gárgolas de diversos y fascinantes estilos.

 

 

 

Bibliografía consultada

DELACAMPAGNE, A. y C., Animales extraños y fabulosos. Un bestiario fantástico en el arte, Madrid, Editorial Casariego, 2005.

MARIÑO FERRO, X. R., El simbolismo animal. Creencias y significados en la cultura occidental, Madrid, Ediciones Encuentro, 1996.