Gargopedia

Las gárgolas excepcionales del costado oeste de la Catedral de Salamanca

 

Desde que realicé el trabajo de investigación, anterior a mi tesis, sobre las gárgolas de la ciudad de Salamanca, siempre me ha fascinado volver a esta ciudad y contemplar la gran cantidad de gárgolas, grotescos y fascinantes relieves en los exteriores de sus edificios, con innumerables criaturas y monstruos tan llamativos y originales.

En la entrada de hoy vamos a ver algunas de las maravillosas y singulares gárgolas de la Catedral de Salamanca: las gárgolas del costado oeste de la Catedral Nueva. La mayoría han pasado a ser ornamentales, ya que en algunas de ellas se ha tapado el canalón, y otras están deterioradas y se ven caños metálicos para el desagüe que sustituyen a las gárgolas como elemento de canalización.

 

 

Las gárgolas: Un viaje visual e iconográfico

 

gárgolas Dolores Herrero Ferrio

 

La primera es una gárgola muy original. Es un monstruo animal con patas de batracioalas, orejas y rostro grotesco. Está situada debajo de un gran bloque-canalón.

 

Qué es una gárgola

 

 

Hay otros monstruos animales. El primero es un perro bicéfalo con cabezas de aspecto feroz mostrando los dientes, muy similar a una gárgola de la fachada norte. Llevan en la boca una cinta o mordaza, como vemos en otras gárgolas de esta catedral. Otro es un león alado con cinta sobre el cuello, una imagen que también podemos ver en los relieves del exterior de la catedral. Y el último es un águila bicéfala con una talla magnífica en alas, plumaje, cola y cabezas; una gárgola elegante, de gran belleza y de estilo semejante a otra que vemos también en un relieve del exterior. Aparte de la idea de criatura bicéfala proveniente del dios Jano, o de monstruosidad, también puede tener un significado de grandeza y poder: a la izquierda del escudo central de la fachada de la Universidad salmantina, aparece un escudo con el águila bicéfala que alude al imperio alemán que heredó Carlos V.

 

 

También hay unos demonios muy llamativos. Dos de ellos tienen cuerpo de cuadrúpedo, dobles pezuñas, protuberancias en los genitales y en la cabeza, cuernos u orejas hacia atrás, y uno tiene un gran colgajo bajo la cara que se bifurca y que podría ser una perilla. Los cuartos traseros son excesivamente altos, una característica que vemos en otras representaciones de la catedral, como por ejemplo en los relieves del rosetón del interior. Las cabezas están muy desgastadas, por lo que no sabemos si son cabezas humanas o de otras criaturas.

 

 

rosetón catedral bestiario

Rosetón

 

El tercer demonio es un bicéfalo antropomorfo con cuerpo de cuadrúpedo, patas traseras encogidas y apoyadas en el cuerpo, cabezas con cuernos a los lados y rostros humanos con posible perilla. Tiene ubres colgando y una pequeña criatura de aspecto demoníaco mamando, una imagen que vemos no sólo en gárgolas sino en otras representaciones, como en un relieve de la fachada norte de esta catedral.

 

 

Asimismo, hay dos gárgolas que, aunque tienen algún elemento de contenido demoníaco, representan dos dragones alados con cuerpo, patas y cola con escamas, y cuernos u orejas puntiagudas hacia atrás. Las cabezas son terroríficas, mostrando los dientes y las lenguas. Ambos van unidos por una soga al cuello que, por el gesto de sacar la lengua, parece ahogarles. Tienen cresta dorsal y en los pies vemos hojas tipo acanto y criaturillas demoníacas a cada lado.

 

 

gárgolas Dolores Herrero Ferrio

 

 

Por último, hay tres animales. El primero es una rana amorosa con una mano sobre un gran escudo decorado con jarrón con flores, y la otra sobre el pecho con un gesto muy humano. Es una de las gárgolas salmantinas más curiosas. La rana es símbolo de Satán, “espíritus inmundos como ranas” (Ap. 16, 13), y de la lujuria. Este rechazo no sólo aparece en la Biblia, el Pseudo San Melitón (s. VIII) en su obra La Llave, nos dice: “La rana es el demonio”. No obstante, aquí está con un gesto amable e incluso bondadoso. No hay que olvidar que en su aspecto positivo la rana fue, para los cristianos egipcios de los primeros siglos, símbolo de revivificación y resurrección humana.

El segundo animal es un caballito de mar, de una gran belleza y talla magnífica, detallada y con una anatomía perfecta. El caballito de mar es símbolo, en el mundo griego y romano, del elemento marino, y se le considera genio tutelar y guía de los muertos. Se trata de un animal singular y llamativo por su anatomía. De estas dos figuras hay una reproducción en el museo que alberga la Capilla de Santa Catalina del claustro.

 

 

 

El último animal es un ave que semeja un búho con serpiente enroscada en el cuerpo, aunque también podría ser un águila culebrera. Es una gárgola asombrosa, en la que vemos cómo la serpiente agarra con fuerza una de las patas del animal, atrapándolo y dando la sensación de que inmoviliza al ave para apoderarse de ella. El ave no lucha, permanece impasible, lo cual puede significar o bien que acepta la muerte, o bien que ave y reptil forman una unidad, una simbiosis demoníaca; no olvidemos que el búho, animal que se esconde en la oscuridad y teme la luz, también simboliza a Satán.

 

 

Las gárgolas del costado oeste de la catedral salmantina son excepcionales y muy interesantes, tanto por la talla como por la temática. Los demonios son inquietantes y con una gran plasticidad. Son todas gárgolas muy originales y expresivas. Hay que destacar las bellas imágenes de animales como la rana, el caballito de mar y el búho o águila culebrera decorando gárgolas. Quizás relacionado con ello está el interés que estaba surgiendo en el siglo XVI por las ciencias naturales. O puede, como dice Flórez Miguel al hablar de la famosa rana sobre una calavera de la maravillosa fachada plateresca de la Universidad, que sólo se trate de un componente irónico interpretado “desde la risa popular de la farsa”.

 

 

gárgolas Dolores Herrero Ferrio

 

 

Bibliografía consultada

CHARBONNEAU-LASSAY, L., El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media, Palma de Mallorca, José J. de Olañeta, Editor, 1997.

FERGUSON, G., Signs & symbols in Christian Art, New York, Oxford University Press, 1961.

FLÓREZ MIGUEL, C., La fachada de la Universidad de Salamanca. Interpretación, Salamanca, Ediciones Universidad de Salamanca. Historia de la Universidad, 59, 2001.

 

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